Thursday, April 10, 2014

La Narco-deforestación y Soluciones Proactivas


En Centroamérica ha habido dos problemas grandes que mezclaron en los años recientes. En primer lugar uno de los problemas es que la deforestación ha ocurrido frecuentemente a una gran escala que ha afectado el medio ambiente en adición a los indígenas que viven en la tierra en maneras que no son fáciles arreglar. En segundo lugar el otro fenómeno que es parte del problema cual ha afectado la región es el narcotráfico. Para explicar la relación, es importante notar que el trabajo de los narcotraficantes junto con la deforestación puede tener resultados rentables, cual es el objetivo principal del narcotráfico. Así de que está ocurriendo es que en regiones pobres donde no hay muchos regulaciones para el gobierno, la tierra sin ley está controlada por los narcotraficantes.




Es evidente que los narcotraficantes son las mayores partes del problema porque en las áreas como en El Peten en Guatemala hubo un crecimiento de la cocaína en la región y la deforestación. Los narcotraficantes no solo destruyen tierra para crear maneras más fáciles para trasladar y vender drogas sino que han ampliado a las actividades incluyendo métodos diferentes para ganar más ingresos. Ellos tienen el capital y la influencia, y como resultado tienen el control de la tierra y convertirla a áreas agrícolas. Un traslado de capital de drogas se convierte a capital agrícola, el cual es privado, y por esta razón es difícil seguir. Además lo que empeora la situación es que después de que la tierra se convierte a tierra agrícola, y es propiedad de los narcotraficantes, cambian a empresas legítimas y la tierra permanece para el uso agrícola. En efecto todas las actividades que están ocurriendo son maneras para crear monopolios de territorios contra otros cárteles de drogas, de todo a expensas de los pueblos indígenas.



La narco-deforestación es una tragedia que es el paradigma de los defectos de la guerra contra drogas. Desde la declaración del uso del ejército mexicano para combatir a los narcotraficantes, no ha habido avances a pasos agigantados y al contrario hay más consecuencias negativas en la dirección opuesta. Me molesta que el ejército no sea una solución pero parte del problema. Me gustaría que el gobierno de México y de mi país parara el crecimiento de intervención insensato antes de que sea demasiado tarde.  Según Kendra McSweeney, investigadora del Departamento de Geografía de la Universidad del Estado de Ohio, en los últimos seis años, la cantidad de cocaína que pasa a través de Centroamérica ha tenido un crecimiento exponencial que nadie ha visto nunca. A más de esto, ella dice que desde que el ejército se involucró, los cárteles mexicanos se han reubicado Centroamérica. Los legisladores se refieren a la habilidad de los cárteles mover con facilidad como “el efecto globo.” Para ilustrar esta imagen, cuando tú aplicas presión a un globo, el aire en el globo se mueve y se concentra a otra zona del globo; el aire no escapa, pero simplemente va a otra parte. Está claro que es lo que ha estado ocurriendo en el contexto de la guerra contra las drogas. Puesto que el ejército mexicano ha aplicado presión a los cárteles, en lugar de detención, los narcotraficantes se van a otro parte del área donde no ejército mexicano. Es probable que la difusión del narcotráfico atraiga jóvenes que no involucren con las actividades en circunstancias normales. Otras personas en Latinoamérica se refieren a la situación como “el efecto cucaracha” simplemente porque tan pronto como tú eliminas un parásito en una parte de un dormitorio, está en una parte diferente de la casa. A propósito de “el efecto cucaracha” o “el efecto globo” yo veo que en los estados unidos hay un fenómeno  similar con respecto a   aburguesamiento. Es indudable que cuando los barrios con familias de bajos ingresos cambian a áreas de altos ingresos, la gente está obligada a dejar  la comunidad y va en otras ciudades. Típicamente  el objeto de aburguesamiento es eliminar los problemas que se asocian con comunidades pobres como la violencia y el delito. Aunque las ciudades mejoran, los problemas que se asociaron con esta área, ahora están en otra parte del estado o país. Es evidente que no es una solución, pero un redirección del problema.




Este artículo demuestra sobre todo algunas de las limitaciones de una guerra real contra un enemigo imaginario o en otras palabras un enemigo que no es concreto. Por un lado es cierto que las drogas en general tienen consecuencias negativas, pero por otro lado no es el problema fundamental. Me parece que en lugar de una guerra contra las drogas, la lucha debe ser contra la pobreza, el hambre,  el desempleo y la marginalización de la gente que ha sido oprimida por siglos, desde el tiempo de Colón. Sí, es verdad que no es más real o menos abstracto en comparación a la guerra de las drogas, pero al mismo tiempo es una manera puede mejor la calidad de vida y también la raíz de los problemas. Lógicamente cuando el sistema se ha roto, personas que están involucradas en actividades ilegales, como el narcotráfico, no participan porque quieren pero debido a la necesidad. Por estas razones yo sugeriría que se desviaran mucha de los fondos de la guerra contra las drogas a programas sociales, programas educativos y la creación de empleos. Sería dudoso que el proceso fuera simple o fácil, pero con tiempo, creara soluciones.


Preguntas 
¿Espera que la guerra contra las drogas termine con éxito?
¿Crees que sería una mala idea si fondos de la guerra contra las drogas se mueven a otros sectores? ¿Por qué?